ELC, la primera entidad pública en utilizar energía solar
La Empresa de Licores de Cundinamarca (ELC) se perfila como la primera empresa industrial y comercial del país que pondrá en marcha un proyecto de energía solar.
Se trata de 400 paneles solares que se instalarán en la fábrica de la ELC, con capacidad para generar 179 MWh de energía al año, lo que equivale al consumo mensual de 1.600 hogares. La estrategia hace parte de la responsabilidad social empresarial de la entidad con los recursos naturales y con la sostenibilidad empresarial.
“Somos la primera empresa pública que se arriesga a ser sostenible con el medio ambiente. La ELC ha hecho una inversión de $500 millones, teniendo en cuenta las nuevas tecnologías en materia de energía, especialmente en energía renovable, lo cual nos permitirá tener un ahorro de $3.400 millones, además de contar con los incentivos tributarios establecidos por la Ley 1715 de contribuir con el medio ambiente en el ahorro de 1.800 toneladas de CO2, que se necesitarían para producir la energía que hoy venimos consumiendo”, manifestó Jorge Enrique Machuca, gerente de la ELC.
Inicialmente se cubrirá cerca del 40% de la energía de la compañía, que corresponde a la parte de producción, donde están las máquinas de procesamiento de aguardiente Néctar y Ron Santa Fe, fase que estaría en funcionamiento entre diciembre de 2018 y enero de 2019.
La iniciativa hace parte de la estrategia de Codensa para participar activamente en la lucha contra el cambio climático y consolidar el concepto de ciudades inteligentes. El sistema fotovoltaico es el primero que aparece registrado ante La Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) de una empresa industrial y comercial del Estado.
Este nuevo proyecto con ELC se suma a la tendencia mundial del grupo Enel, de incursionar en energías renovables que contribuyan al logro de uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, consistente en el acceso a la electricidad limpia y no contaminante.
La implementación del proyecto tiene un impacto positivo en el medio ambiente, porque aporta a la reducción de emisiones de CO2 en 1.794 toneladas durante los 25 años de operación del sistema. Esto equivale a sembrar más de 5.100 árboles adultos y su operación como sumidero de CO2 durante los mismos 25 años.