Se mantiene monitoreo en algunas zonas de riesgo por fuertes lluvias en Cundinamarca
Un Puesto de Mando Unificado (PMU) se mantendrá en la zona donde ocurrió el trágico accidente del pasado 22 de junio en la vía Bogota-Villavicencio, específicamente en el kilómetro 46+700 (Quetame-Guayabetal), en el que fallecieron cuatro personas por un deslizamiento en la vereda Povitos y que afectó la transitabilidad por este corredor.
La medida fue anunciada por el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, durante el Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres, en el cual se evaluaron las acciones adelantadas para mitigar riesgos en áreas de alta afectación o amenaza por eventos de remoción en masa y crecientes súbitas, como consecuencia de la temporada de lluvias que continúa afrontando el territorio cundinamarqués.
Entre otros casos se reportan deslizamiento en las veredas Chipaque, ubicada en una zona geológicamente inestable, cuyo saldo deja 15 familias damnificadas; Monterredondo con 52 viviendas afectadas que requieren reubicación y Mesa Grande y Susumuco, además de otras situaciones ocasionadas por crecientes súbitas de ríos y quebradas en el municipio de Quetame.
También se presentó un informe sobre el avance de los compromisos en la vereda la Calaca, inspección San Carlos del municipio de Caparrapí, en donde se declaró calamidad pública por la emergencia ocurrida el 30 de mayo, debido a un deslizamiento de tierra que dejó 32 familias sin vivienda, la avería del acueducto veredal y el colapso de la vía que comunica a la población con el casco urbano, situaciones que ya fueron resueltas por los gobiernos departamental y local, garantizando el restablecimiento del servicio del suministro de agua potable así como el despeje de la carretera.
Adicionalmente se adelantan estudios de los terrenos propuestos para la reubicación de las casas, así como los relacionados con la vocación agrícola y pecuaria del territorio para la valoración de proyectos productivos que puedan contribuir al desarrollo de la economía de los hogares perjudicados.
Al cierre del Consejo se reiteró que la Administración Departamental continuará monitoreando las situaciones de riesgo en Cundinamarca, con el fin de mitigar los riesgos priorizando siempre la vida de la comunidad. Además se hizo un llamado al trabajo conjunto con los gobiernos locales, concesiones viales, Bomberos, Defensa Civil, Policía y demás organismos competentes para actuar con celeridad y reportar alertas tempranas encaminadas a la prevención.